La higiene de las instalaciones es el esfuerzo requerido para tener los espacios limpios y seguros de contaminantes y patógenos que pueden causar irritación, enfermedades o incluso muerte. El concepto se aplica a cualquier propiedad o área en donde personas o animales puedan ser impactados por el contacto con contaminantes potencialmente peligrosos que se encuentran en superficies, alimentos o agua, o en forma aérea.
Para algunas industrias, la higiene de las instalaciones es de suma importancia para el control de infecciones, incluyendo la Salud, los Servicios de Alimentos y los Servicios Hospitalarios. Las poblaciones de alta densidad y alto riesgo presentan desafíos especiales para prevenir o contener brotes infecciosos o riesgos biológicos.
Para los empleadores y administradores, el mantenimiento de la higiene en las instalaciones requiere un enfoque integral que incluya mantenimiento preventivo administrado, sistemas probados de control de infecciones y planes de respuesta de emergencia bien diseñados. Además, las auditorías regulares de higiene en las instalaciones son esenciales para la gestión adecuada de las mismas, especialmente en las zonas de alta densidad y riesgo. Por ejemplo, en los establecimientos de salud, los procedimientos explícitos de prevención de riesgos biológicos son normalmente obligatorios. Para áreas de preparación de alimentos y alimentos, y hoteles, los puntos potenciales de peligro pueden ser menos evidentes. Una auditoría examinará la instalación en sí, los sistemas de climatización, los controles de ingeniería, los procedimientos operativos y de seguridad para identificar amenazas existentes o potenciales.
A partir de una auditoría, se pueden crear planes preventivos de mantenimiento adecuados y implementar sistemas eficaces de control de infecciones. Estos pueden incluir planes de limpieza diarios y mensuales, instrucciones de limpieza y desinfección específicas, esterilización, procedimientos de remoción de desechos peligrosos, necesidades de control de plagas y programas de inspección de moho. Puede incluir la identificación de contratistas profesionales disponibles para la instalación que tienen las certificaciones necesarias para realizar las tareas prescritas. También debe especificar las inspecciones anuales del sistema de climatización, incluidas las unidades de tratamiento de aire, buscando señales de polvo, moho y deterioro.
